(Por Santiago Balza) - La historia de uno de los líderes indiscutibles del sector de comida rápida a nivel mundial, que desde hace casi 60 años se esfuerza por superarse día a día. Una compañía con restaurantes en 119 países, que se expandió con la visión de un empresario y gracias a fuertes campañas publicitarias.
Por lo general, cuando una persona viaja a otro país, intenta adaptarse a sus costumbres. Aprende a decir “Hola” en su idioma, se las ingenia para saludar o elige un vestuario acorde con la temperatura. El estómago también pretende adecuarse. Aunque, muchas veces se le complica por el exceso de picante o porque no le satisface la variedad de alimentos. Sin embargo, cuando un turista camina por la calles de una gran metrópoli, siempre se cruza con una insignia que su paladar reconoce muy bien. Esta señal no es la bandera de su país, sino un logotipo gigante que sobresale en medio de los edificios. Este símbolo son los “arcos dorados” de McDonald’s. La cadena de comida rápida más emblemática, que desde sus comienzos se esfuerza para ofrecer las mismas hamburguesas en todo el mundo, con un idéntico sabor y con altos índices de calidad. Una compañía que nació en Estados Unidos, pero que en sus casi de 60 años de vida, figura en la oferta gastronómica de 119 países. Una empresa que se forjó con la visión de un hombre, que pensó en las hamburguesas como un alimento que no entiende de fronteras. Un sello de distinción que hace de McDonald’s una de las marcas más reconocidas y con mejor posicionamiento del planeta.
De un restaurante familiar al sueño de un visionario
A mediados de la década de 1920, los hermanos Richard y Maurice McDonald abandonaron una pequeña ciudad ubicada en la costa Este de Estados Unidos, llamada Manchester, para radicarse en Hollywood. Su primera intención fue arrancar bien desde abajo en la industria cinematográfica. Sin embargo, en 1937, su padre abrió un restaurante en Huntington Drive, sobre la famosa Ruta 66. En 1940, Richard y Maurice decidieron mudar el establecimiento a San Bernardino, California. Lo llamaron "McDonald's Bar-B-Q", ya que ofrecían platos cocinados a la parrilla.
Con el correr de los años, los hermanos descubrieron que los mayores ingresos provenían de las hamburguesas. Factor que provocó un cambio radical de estrategia. En 1948, el local fue reinaugurado con un menú que se limitaba a hamburguesas, hamburguesas con queso, papas fritas, pasteles de manzana, gaseosas y batidos. Las hamburguesas tenían un valor de apenas 15 centavos de dólar. Además, las camareras fueron eliminadas y se estableció el sistema de autoservicio. El nombre cambió nuevamente, resumiéndose simplemente en “McDonald’s”.
En 1952, los hermanos contrataron al arquitecto Stanley Clark Meston para que rediseñe su local, con el fin de hacerlo más práctico y más atractivo visualmente. El resultado fue el croquis de un edificio con paredes conformadas por colores brillantes y vidrios, pisos con baldosas, rojas y blancas, y luces llamativas en el interior. Aunque, el elemento más relevante fue la colocación de dos arcos amarillos de casi 8 metros de alto en la entrada, que con el tiempo comenzaron a ser llamados los “arcos dorados”.
Con apenas un boceto de los diseños de Meston, los hermanos McDonald comenzaron a buscar interesados que quisieran adquirir una franquicia de su restaurante. El primero en decidirse fue Neil Fox, un importante petrolero. En 1953, Fox abrió su McDoanld’s en Phoenix con el diseño de los primeros “arcos dorados”. Ese mismo año, el cuñado de Fox y otro socio inauguraron un nuevo restaurante en Downey, California. Establecimiento que lleva el orgullo de ser el McDonald’s más viejo que sigue en pie.
Sin embargo, la aparición de la figura de Ray Kroc fue clave para la evolución de la marca. Kroc era un simple vendedor de máquinas que producían milkshakes. En 1954, sintió una fuerte curiosidad cuando desde el McDonald’s de San Bernardino le pidieron ocho máquinas para malteadas. Su intriga fue tan grande que Kroc comenzó a investigar cómo se producían las hamburguesas y a aprender más sobre el negocio. Al poco tiempo, les propuso a los hermanos McDonald que extiendan la franquicia por todo el país. Ellos se mostraron escépticos y no quisieron correr grandes riesgos. Entonces, Kroc llegó a un acuerdo con los hermanos, adjudicándose los derechos de la franquicia de McDonald’s en todo Estados Unidos, a excepción de California y Arizona.
El 15 de abril de 1955, Kroc abrió las puertas de su primer McDonald’s en Illinonis, una ciudad cercana a Chicago. Su flameante empresa fue llamada “McDonald’s Systems, Inc.”, que más tarde cambió a “McDonald’s Corporation”. Para 1958, Kroc ya había inaugurado 34 McDonald’s y había vendido más de 100 millones de hamburguesas. Al año siguiente, se abrieron otros 68 nuevos McDonald’s y se celebró la apertura del restaurante número 100, situado en Wisconsin.
Los primeros McDonald’s eran instalados en los suburbios de las ciudades. Muchos economistas atribuyen el éxito de la compañía al crecimiento de la industria automotriz en Estados Unidos, que permitió la expansión urbana. Por lo general, Kroc elegía lotes que estaban ubicados a mitad de una cuadra, debido a que eran más económicos, y construía el estacionamiento en forma de herradura alrededor del local.