Las características que encuentras en otros seres humanos dependen, en gran parte, de ti;
de tus expectativas y valores, así tus semejantes son espejos de tu interior; si enfocas tu mente en la belleza de éstos, en sus aspectos positivos,
éstos te mostrarán sus rosas y no sus espinas. Ellos reflejan lo que en tu interior tienes.
Esta Humanidad que te rodea y que ves, vociferante y agresiva,
es sólo la manifestación del gran reclamo colectivo de la suma de las carencias individuales de amor. ¿Cuántas veces ante un individuo con gesto adusto reaccionas con miedo, rigidez, tensión o quizás con desprecio?
Reaccionas ante la máscara sin tener en cuenta ese ser que está detrás de ella implorando amor y atención.
Dentro de cada uno de nosotros hay un niño ignorado con una gran necesidad de afecto.
Delia Checa
D. R.
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