lunes, 30 de diciembre de 2013

MARIO VIDES RECONOCIO QUE SU PADRE ERA LA PERSONA MAS SENCILLA Y HUMILDE QUE HABIA CONOCIDO, BENDICIONES VIEJO LINDO

EL DIFICIL CAMINO DE LA HUMILDAD
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant


“Revestíos todos de humildad en vuestras mutuas relaciones, pues Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes” (1Ped 5-5)

Este es uno de los temas del cual siempre me ha costado mucho escribir, no he creído conveniente hacerlo sin antes saber y sentir si existe esta virtud en mí, espero que al hacerlo, me ayude a reflexionar un poco mas sobre la humildad, porque creo finalmente que aún me falta para tener este privilegio.
Aún conociendo de la misericordia de Dios, un punto difícil ha sido el sentirme capaz de humillarme ante Dios y hablarle a El de todos mis errores, siempre al hacerlo, busque justificarme, como queriendo decir, no fue mi culpa o no tuve la intención de hacerlo. Pero es una ingenuidad, a Dios, no se le puede engañar. Sin embargo reconozco que es mucho más sencillo, confesarse a solas con Dios, que arrodillarse frente a un sacerdote humillándose al máximo y hacer una confesión de todas mis faltas y errores, en especial, si el confesor es un sacerdote conocido, ya que le doy más importancia a lo que el pueda pensar de mí y perder su consideración. Ese si que es un error grandísimo, porque al hacer una mala confesión, pierdo mi consideración a Dios.
EL ARZOVISPO QUE SIEMPRE ESTUVO CON MI PADRE FUE MONSEÑOR MARIANO ROOSEL Y ARELLANO INTIMO AMIGO DE MI PADRE DESDE SU TIERRA ESQUIPULAS.
Hay muchas fuentes que alimentan la inspiración y la comprensión de temas que parecen sencillos, pero que al profundizar descubrimos que son muy complejos. Dios, es una gran fuente de inspiración, como toda la Obra de Cristo. También ayudan a descubrirnos, los ejemplos de los santos, como nuestra primera gran santa, la Virgen Maria. En otra escala, pero con muchos meritos, están los testimonios de los santos, algunos canonizados por la Iglesia, otros no, pero igual de ejemplares. San Pablo, trabajador incansable por Cristo, es un gran inspirador, Santa Teresa de Jesus, maestra de oración, es otra gran inspiradora, en especial en un tema como este, en el cual debemos abandonar la soberbia y reconocernos absolutamente dependiente de Dios y su buena relación con EL.
1.           LAS DIFICULTADES PARA SER HUMILDES
¿Pero porque cuesta tanto ser humilde? ¿Por qué nos cuesta tanto dejar de pensar en que perderemos el orgullo? “Maldito orgullo que vive en nosotros”, culpable de tantos resentimientos, y fuente de violación de mis obligaciones con Dios.
Siempre estamos deseando que nos traten mejor de lo que nos merecemos, queremos que nos miren como personas exitosas, buscamos que los sacerdotes nos miren como hombres santos y nos arrodillamos contritos en el templo no para Dios, sino para que otros nos vean.
Cuanta ira nace en nosotros cuando pensamos que nos han violado el derecho de ocupar cierto sitio  y como nos frustra cuando no se cumplen nuestros propósitos de ser visto como personas ideales para todo.
“Maldito orgullo que vive en nosotros”, por que nos deja sin amor a nuestros hermanos y nos hace ser indiferentes, débiles, fascinados por criticar a otros para que los vean menos responsables que nosotros.
“Maldito orgullo que vive en nosotros”, por que nos motiva a atacar a otros por sus ideas, solo para que piensen que las nuestras son mejores, porque nos amarga que sea más, mejores y que no tomen en cuenta las nuestras.
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“Maldito orgullo que vive en nosotros”, porque es la raíz que entrega su sabia para alimentarnos del hambre de gloria y de la incansable búsqueda de reconocimientos para nosotros, y que nos tortura cuando nuestra opinión no ha sido considerada de valor.

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