viernes, 20 de marzo de 2015

La tolerancia, el camino a la felicidad, LINDO ARTICULO MARÍA LOPEZ DE ANDRADE, ESPERO TE GUSTE LO QUE LE APORTE CON TODO MI CORAZÓN TU TATA MAYA MARIO VIDES.


La tolerancia, el camino a la felicidad
Tolerar es la capacidad de ponernos en el lugar del otro, tratando de entender y aceptar, la mejor manera, las diferencias con respecto a la conducta de otras personas. Mirando a nuestro alrededor no es difícil ver que cada día crece el número de personas con intolerancia en el mundo, ya sea en la familia, en el trabajo, y sobre todo en el tráfico.
En estos días, ver la televisión, me encontré con un hombre que estaba de pie junto a un autobús en un muy caótico. De repente, se fue por la ventana de su coche, rompiendo el cristal para perforar el conductor del autobús; atacarlo violentamente, tal vez, por alguna razón trivial. En otra situación, antes de que una repentina cerrado, un conductor persiguiéndose unos a otros y terminar perjudicando uno al otro en la calle.
En tal situación, uno puede ver que la gente, en general, están "explotando" por muy poco, totalmente fuera de su control emocional. La pregunta es: ¿dónde parará todo esto?
¿Cómo será la futura generación de nuestros hijos, cuando ven tanta barbarie? Estas son preguntas simples, pero importantes para que podamos empezar a tomar conciencia de la total intolerancia que experimentamos.
Sólo a través de la conciencia, haciendo una completa reforma en nuestras vidas, con respecto a nuestras actitudes, valores y creencias, podemos iniciar un profundo cambio en el comportamiento.
No podemos cambiar a la otra, pero podemos cambiar nosotros mismos, especialmente en relación con los errores de otros.
Conocer nuestros límites, dónde empieza y termina mis tuyo, es esencial para el respeto mutuo. Si nos detenemos a mirar cuando estamos fuera de equilibrio, todo parece conspirar para que la situación aumenta de tamaño con experiencia, es decir, la ira, la desconfianza, el miedo y la inseguridad tienden a ser nuestros peores enemigos.
¿Con qué frecuencia nos encontramos con personas que reaccionan agresivamente contra las adversidades de la vida y luego terminan lamentando amargamente sus acciones impulsivas.
Antes de que podamos pensar en dañar a alguien, ya sea física o verbalmente, es importante que nos detenemos a analizar la situación fuera al revés; es decir, y si fuera yo? O, lo que es la consecuencia de mi actitud.
Piense antes de hacer cualquier actitud impulsiva, era siempre la mejor opción para la formación de la tolerancia.
La leyenda cuenta que un sabio, antes de que sus discípulos le preguntaron:
- ¿Cómo respondería ante una persona que le diera una bofetada en la cara?
- LA PRIMERA respondió: "Maestro, yo ciertamente violaría ella de la misma manera, luchando contra la bofetada".
- EL SEGUNDO dijo: "También nos volvemos la bofetada, reaccionar con más violencia."
- LA TERCERA continuó: "No reacciones a la agresión, pero muy ofendido y herido a usted le pregunta las razones de esa violencia."
- SALA finalmente respondió: "No reacciono nutrir la misma enorme sentido de la compasión que le pregunta: ¿qué te ha pasado que te puedo ayudar de alguna manera.?
La tolerancia al ejercicio nos permite ver las situaciones de diferentes maneras, en busca de alguna manera elevar nuestro nivel de conciencia, para que no se podrán reproducir en la cara de las situaciones de manera impulsiva y desordenada.
Cuanto más consciente sea una persona, más probable es ser tolerantes con sus errores y también con la otra.
Tania Paupitz

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