Mario (perdona no use también tu apellido, se me dificulta escribir), me reconozco un enano frente a tu genio.
Ese himno latinoamericano (Mario Vides 4, muestra), ha inflamado mi alma como hacía rato, nada lo hacía.
En Ave MaríaMZ. El recuerdo, entremezclado de descuido y anhelo. Sin importar las risas de tus amigos y la final decisión de pedir que no cese el amor. Me ha sumido en el llanto al recordar a mi madre.
Ambos me han producido tal shock, que hoy, ya no puedo seguir.
Mario, yo soy ingeniero. Hasta hace tres años no sabía que podía escribir. Desde entonces, es la mejor herramienta de autorreflexión de que he dispuesto en mi vida. No hago otra cosa que agradecer ese regalo inmerecido.
Gozo tanto al compartir, esta, nuestra “locura” creativa que, ya ni me importa la chata “normalidad”.
Sin embargo y por ello, tú “tifón” de emociones me avasalla. Con sinceridad te pido que me hagas llegar el texto de las letras. Ahora “las necesito”. Necesito entender como logras esa empatía conmigo. Olvida este lugar mi correo: caroflia@yahoo.com.ar
Esperaré ansioso y, sospecho que el conocerte, no es pura casualidad. Alguien vela por mí.
Un gran y afectuoso abrazo
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