LA LEYENDA DE LA BIKINA
enero 10, 2011 en 3:09 am | Publicado en JARDIN DE DELICIAS, Miscelánea | 7 comentarios
Muchos
conocemos la canción, lo que yo no conocía es que está inspirada en
una leyenda de una época convulsa de la historia mexicana, que tiene su
origen en el Estado de Jalisco, a inicios del siglo XX, durante el
enfrentamiento del gobierno y los Cristeros, movimiento armado que combatió la política laica del presidente Plutarco Calles.
Cuenta
la leyenda que una noche tormentosa, un lucero chocó con la cima de un
monte. Un campesino indígena divisó la luz y se dirigió al lugar y
encontró a una recién nacida abandonada. Compasivo, la recogió y la
llevó a su humilde morada donde su mujer, que acababa de ser madre, la
cuidó y amamantó.
Pasó
el tiempo pero a pesar del cariño que le tenían, temerosos de ser
acusados de robo de la criatura, confiaron a la pequeña a un sacerdote,
que a su vez la entregó a las monjas de un convento carmelita.
La
niña fue cuidada con esmero y se convirtió en una bella joven y vivía
en paz hasta que un día estallaron los problemas del Estado con la
iglesia – en 1925 el presidente Calles inició la persecución de los
cristeros por todo el país y especialmente en Jalisco donde este
movimiento había cobrado mayor fuerza – llegaron a perturbar la paz del
convento.
Un
pelotón del ejército llegó al convento, derrumbó la puerta con furia y
destruyó todo lo que encontraba en su camino. En medio de la violencia
la madre superiora fue asesinada delante de las monjas cuando trataba
de impedirles el paso.
La niña resulto el blanco de los abusos de los hombres hasta que uno la tomó en vilo y la sacó del lugar: era el capitán Humberto Ruiz. Estuvo inconsciente durante días, pero contó con los cuidados y la ternura del capitán, que atento y servicial se limitó a curarla respetuosamente .
La niña resulto el blanco de los abusos de los hombres hasta que uno la tomó en vilo y la sacó del lugar: era el capitán Humberto Ruiz. Estuvo inconsciente durante días, pero contó con los cuidados y la ternura del capitán, que atento y servicial se limitó a curarla respetuosamente .
Sin
embargo, poco después, capitán desapareció. La muchacha vagó triste y
sin habla por pueblos y aldeas, trabajó en tareas domésticas, no sonreía
y no dejaba que ningún hombre se acercara a ella.
Pasado
un tiempo, quiso el destino que se encontrara frente a ella el capitán
Ruíz. La joven lo reconoció, le sonrió, no necesito decirle nada y
aceptó caminar para siempre a su lado. Vivieron una noche de amor y al
amanecer la muchacha lo abandonó, subió a la montaña y se perdió en el
firmamento.
La
historia inspiró a la gente del lugar que empezó a llamarla La Bikina.
Leyenda que en 1964 fue convertida en canción por el compositor mexicano
Rubén Fuentes.
Solitaria, camina la bikina
y la gente se pone a murmurar
dicen que tiene una pena,
dicen que tiene una pena,
que la hace llorar
Altanera, preciosa y orgullosa
no permite la quieran consolar
pasa luciendo su real majestad
pasa, camina y nos mira sin vernos jamas
La bikina, tiene pena y dolor
la bikina, no conoce el amor
Altarnera, preciosa y orgulla
no permite la quieran consolar
dicen que alguien ya vino y se fué
dicen que pasa las noches llorando por él
La bikina, tiene pena y dolor
la bikina, no conoce el amor
Altanera, preciosa y orgullosa
no permite la quieran consolar
dicen que alguien ya vino y se fué
Dicen que pasa las noches llorando por él.
<iframe
width="560" height="315"
src="//www.youtube.com/embed/Rv6eo4osjDM?wmode=opaque&autoplay=1"
frameborder="0"></iframe>
No hay comentarios:
Publicar un comentario