viernes, 21 de marzo de 2014

EL DR MARIO VIDES NOS TRAE UN DESCUBRIMIENTO INCREIBLE, UN ESQUELETO DE MILES DE AÑOS, QUE PACIO CANCER

El cáncer, esa maldita palabra a la que todos tememos y que parece que se ha convertido en una auténtica plaga en esta sociedad del siglo XXI. No obstante, no se trata de una enfermedad de este siglo ya que, según demuestra un estudio, se ha encontrado un esqueleto de hace 3.200 años con cáncer y metástasis. El caso es que quizá antes no se sabía qué era y por eso no se detectaba, no había las posibilidades que nos brinda la medicina y la investigación científica de la actualidad. Eso sí, hay que tener en cuenta que, según los expertos, la incidencia en el número de casos ahora es mayor dadas nuestras costumbres, ambientes y ritmos de vida.

A pesar de que el cáncer es una de las principales causas mundiales de muerte hoy en día, sigue escaseando en el registro arqueológico en comparación con otros estados patológicos, dando lugar a la conclusión de que la enfermedad es principalmente un producto de la vida moderna y el aumento de la longevidad. Estos hallazgos sugieren que el cáncer no es sólo una enfermedad moderna, sino que ya estaba presente en el valle del Nilo en tiempos antiguos. Así, este ejemplo de hace 3.200 años demuestra que se trata de una enfermedad bastante longeva. De hecho, a juicio de los arquéologos que han estudiado el esqueleto, se trataría del ejemplo completo "más antiguo" del mundo de un ser humano con cáncer metastásico. Se trata del esqueleto de un joven adulto de sexo masculino que fue encontrado por una estudiante de doctorado de la Universidad de Durham, en una tumba en el actual Sudán en 2013 y se remonta al 1.200 AC.

Evidencia de carcinoma

Los análisis han revelado evidencia de carcinoma metastásico, el cáncer que se ha diseminado a otras partes del cuerpo desde donde se inició, a partir de un tumor maligno de los tejidos blandos repartidos en grandes áreas del cuerpo, por lo que es el mejor ejemplo completo convincente de cáncer metastásico en el registro arqueológico. Pero, ¿para qué servirá este hallazgo? Los investigadores de la Universidad de Durham y del Museo Británico dicen que el descubrimiento ayudará a explorar las causas subyacentes del cáncer en las poblaciones antiguas y proporciona una visión de la evolución del cáncer en el pasado. Además, análisis de ADN antiguo de esqueletos y momias con evidencia de cáncer se pueden usar para detectar mutaciones en genes específicos que se sabe que están asociados con tipos particulares de cáncer.

La autora principal, Michaela Binder, estudiante de doctorado en el Departamento de Arqueología de la Universidad de Durham, excavó y examinó el esqueleto. "Nuestro análisis muestra que la forma de las pequeñas lesiones en los huesos sólo puede haber sido causado por un cáncer de tejidos blandos a pesar de que el origen exacto es imposible determinar solo a través de los huesos", señala. El esqueleto es de un hombre adulto de 25 a 35 años de edad cuando murió, y fue encontrada en el sitio arqueológico de Amara West en el norte de Sudán, situado en el Nilo, 750 kilometros aguas abajo de la moderna capital del país, Jartum. Fue enterrado extendido de espalda, dentro de un ataúd de madera pintado muy deteriorado y provisto de un amuleto de loza vidriada.

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