EL MESIAS DE HÄNDEL SE RECREA EN EL BALLET CONTEMPORÁNEO DEL TEATRO SAN MARTÍN
EL MESIAS DE HÄNDEL SE RECREA EN EL BALLET CONTEMPORÁNEO DEL TEATRO SAN MARTÍN
El Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín se luce con la obra de Mauricio Wainrot, “El Mesías”. Sobre la puesta, el mismo creador detalla: “El Mesías representa para mí una mirada a nuevas y viejas utopías, hacia nuestro interior. Una necesidad de volver a escuchar nuestros más íntimos silencios y acercarnos a los otros, especialmente a los seres que amamos, que comparten nuestra historia y nuestro destino. Ha sido una experiencia personal que me conmueve y que intento compartir con todos”.
Con suavidad, se escucha la música de Händel mientras 30 bailarines, sentados prolijamente en bancos grises, enmarcados en una coreografía minimalista que contempla un cielo azul celeste como fondo y un juego de blancos y grises en el escenario y el vestuario, se presentan en esta obra que representará algunos pasajes de la vida de Nuestro Señor Jesucristo. Las voces van surgiendo en la música de Händel y el argumento se desliza. La primera parte tiene por tema el Adviento y la Navidad. Allí, se anuncia la venida de Cristo, por lo que se encuentran algunos momentos de exaltación marcados por una gran intensidad expresiva. La segunda parte ilustra la Pasión, la Resurrección y la Ascensión finalizando con el famoso "Aleluya". Así pues, la segunda parte, que había empezado en el dolor y la tristeza de la Pasión, se llena de júbilo con el "Aleluya". En la tercera, se relata la victoria de Cristo ante la muerte, el Juicio final y la palabra "Amén", que corona la obra. Se puede decir que la obra destaca por su monumentalidad en cuanto a duración y proporciones sonoras y a esto le pone el cuerpo el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín.
Dicen que en la primera ejecución de esta obra musical, que se realizó en New Music Hall de la Fishamble Street de Dublin en 1742, el impacto en el auditorio fue tal, que al llegar al Aleluya el público se puso de pie para aplaudir y que, a partir de entonces, todas las representaciones corrieron la misma suerte. Mucho le costó al coreógrafo argentino, Mauricio Wainrot, sumergirse en esta obra de Händel. Seleccionó 32 temas y finalizó con el Aleluya. La creó para el Ballet Real de Bélgica y la estrenó en 1997 en ese país; en 1998 se fue a Chile con una versión más extensa y luego, con el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín recaló en Buenos Aires, más precisamente en la Sala Martín Coronado de ese teatro, en 1999. Hoy se repite en la misma sala, con el mismo ballet que se mueve en sintonía, nos encanta, nos envuelve y nos lleva al paroxismo en el Aleluya final. Ahora sí: Nosotros no nos pusimos de pie, porque somos porteños, no somos ingleses, pero los aplausos sonaron nítidos y su contundencia vibró en la sala y los “bravo” llenaron de placer a los expertos bailarines. ¡Un verdadero gusto acompañarlos!
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Vilma Lilia Osella
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