Botiquín fitoterapéutico: Alternativas naturales
PARACETAMOL
Lo tomamos para dolores no demasiado intensos (cefalea, dismenorrea…), cuando tenemos fiebre y para aliviar los síntomas de la gripe. Actúa inhibiendo unas enzimas (ciclooxigenasas) que intervienen en la síntesis de prostaglandinas. Actúa a nivel del sistema nervioso central, por eso no afecta a los tejidos periféricos y carece de actividad antiinflamatoria.
Por otra parte, inhibe ciertas sustancias químicas relacionadas con el dolor y provoca sobre el organismo una vasodilatación, un aumento del flujo sanguíneo y sudoración, de efecto antipirético. Lo podemos sustituir por el HARPAGOFITO, que contiene harpagósido, que junto con los irioides y glucoirioides presentan un efecto de disminución de la inflamación.
También podemos usar la BOSWELLIA de efecto similar o la CÚRCUMA que, debido a la presencia de circuminoides con actividad antiinflamatoria inhibe la síntesis de prostaglandinas inflamatorias. Pese a esto, parece más efectiva la MATRIARCA (que se comercializa como Tanacetum Parthenium) en los casos de cefalea pues contiene una sustancia llamada partenólido que actúa bloqueando la liberación de serotonina, de forma que previene la aparición de jaquecas y, en tratamiento de tres meses, hace disminuir considerablemente la frecuencia y la intensidad de las crisis. Para casos de fiebre utilizaremos plantas como el SAÚCO y la TILA (en infusión) ya que presentan un estímulo sobre el sistema nervioso parasimpático que provoca sudoración.
ÁCIDO ACETILSALICÍLICO
Es conocido bajo el nombre comercial “Aspirina” y es una sustancia con múltiples aplicaciones terapéuticas: analgésica, antiinflamatoria, antipirética y antiagregante plaquetario. Actúa como otros antiinflamatorios no esteroideos, impidiendo la formación de prostaglandinas y tromboxanos, inhibiendo la ciclooxigenasa, tanto a nivel del sistema nervioso central como periférico.
Lo podemos sustituir por SAUCE y ULMARIA (Spirae Ulmaria, de donde deriva el nombre de la propia “Aspirina”). Ambas plantas las podemos encontrar en preparados o como planta a granel para luego preparar nosotros mismos nuestras decocciones o infusiones.
IBUPROFENO
Tomado frecuentemente para tratar los síntomas asociados al dolor de cabeza (cefalea), dolor dental (odontalgia), dolores musculares, molestias de la menstruación (dismenorrea), dolor neurológico de carácter leve, síndrome febril y dolores derivados de operaciones quirúrgicas.
También se usa para tratar cuadros inflamatorios, como los que se presentan en artritis, artritis reumatoide y artritis gotosa. Actúa de forma similar a los dos compuestos citados anteriormente, impidiendo la formación de prostaglandinas por inhibición enzimática de la ciclooxigenasa.
En el caso del tratamiento de enfermedades de carácter reumático, podemos añadir a las plantas de los dos apartados anteriores una nueva, la ASHWAGANDA.
Su efecto es mayor que el acetilsalicílico, similar a la hidrocortisona pero sin efectos secundarios. Otra planta interesante, aunque menos conocida, es PAO D’ARCO, que se caracteriza por sus propiedades analgésicas, antibióticas y antiinflamatorias.
ACETILCISTEÍNA, AMBROXOL, CARBOCISTEÍNA
Usamos estos preparados cuando tenemos un catarro con mucosidad que nos cuesta expulsar debido a su viscosidad. Actúan rompiendo los enlaces disulfuro de las secreciones haciéndolas de consistencia menos viscosa y ayudando a su eliminación, fluidificando la mucosidad y, por tanto, facilitando su eliminación.
Entre las plantas con propiedades mucolíticas encontramos: EUCALIPTO (estimula las células secretoras y tiene un efecto pectoral que se debe principalmente a que el aceite esencial que contiene se elimina a través de los pulmones, ejerciendo además de antiséptico, balsámico y febrífugo), HISOPO (contiene marrubina de efecto fluidificante de las secreciones bronquiales y, por tanto, también tiene efecto antitusígeno), POLÍGALA (contiene saponósidos que irritan la mucosa bronquial y por estimulación refleja aumenta la producción de mucus y, además, fluidifica las secreciones) y VIOLETA (expectorante, fluidifica y elimina el exceso de mucus). No obstante, el mejor remedio para expectorar y fluidificar la mucosidad es la ingesta abundante de agua.
DEXTROMETORFANO, CODEÍNA, CLOPERASTINA
Son medicamentos usados para eliminar la tos, generalmente cuando esta es no productiva, irritativa o de naturaleza nerviosa. La codeína es utilizada cuando existe tos y un dolor de garganta leve o moderado. La cloperastina se utiliza cuando la tos tiene cierto componente alérgico o asmático, ya que presenta ciertas propiedades antihistamínicas y de reducción de los espasmos bronquiales.
Actúan sobre el centro nervioso que regula la tos y sobre el sistema nervioso central para inhibir la tos sin afectar la actividad de los cilios. Se diferencian de la codeína en que no produce efecto depresivo sobre el sistema nervioso. Existen muchas alternativas naturales a estos medicamentos: AMAPOLA, MALVA, MALVAVISCO, HIBISCO, GORDOLOBO, LLANTÉN, REGALIZ, TUSILAGO y DROSERA.
El tusilago, la malva, el malvavisco, el gordolobo y el llantén tienen efecto antitusivo, emoliente y espasmolítico, debido a su poder de absorción del agua y, por tanto, de la formación de geles o soluciones coloidales. Además, disminuyen la irritación de la faringe y de la mucosa bronquial, calmando la tos. La amapola confiere propiedades sedantes a nivel bronquial, hacen disminuir la tos, además de suavizar las irritaciones.
La drosera tiene propiedades antitusivas, actuando a nivel local y a la que se asocia ciertas propiedades antibacterianas. El regaliz activa la tos y reduce las secreciones. No obstante, para que estas plantas ejerzan bien su efecto hay que tomar bastante líquido: agua, zumos que regeneran las mucosas por su contenido en vitamina C y A o, mejor aún, tomar los líquidos ingiriendo las plantas citadas en infusión.
ANTIHISTAMÍNICOS
Se utilizan cuando presentamos síntomas de rinitis alérgica, conjuntivitis, alergias estacionales, pruritos, urticarias… Existen muchas sustancias químicas para aliviar estos síntomas, los más recetados por los médicos son: cetirizina, difenhidramina, loratadina, prometazina…
Actúan bloqueando los receptores H1 de la histamina que se encuentra en ciertas células (mastocitos), que cuando reaccionan ante un estímulo liberan dicha sustancia uniéndose a los receptores H1 que provocan un aumento del flujo sanguíneo y la producción de otras sustancias, que como consecuencia producen inflamación de tejidos, escozor, congestión, disminución de la luz de las vías respiratorias y todos los síntomas más típicos de la alegría.
Las plantas más usadas con propiedades antihistamínicas son dos: el HELICRISO (que interviene estimulando la secreción interna de hidrocortisonas y, por lo tanto, tiene efecto antiinflamatorio e inmunosupresor -se puede tomar en infusiones, extracto o jarabe-) y el GROSELLERO (que actúa impidiendo la liberación de histamina y estimulando la secreción de carecolaminas, consideradas hormonas antiinflamatorias que inhiben una enzima encargada de la destrucción de las sustancias citadas).
ANTIBIÓTICOS
Los tomamos ante infecciones provocadas por bacterias, ya sea de vías respiratorias altas y bajas, infecciones genito-urinarias, odontoestomatológicas, de piel, etc. Entre estos podemos encontrar: cefalosporinas, cloranfenicol, penicilinas, antibióticos glucopeptidicos, rifampicina, quinolonas…
Cada antibiótico actúa de modo muy variado; algunos impidiendo que las bacterias puedan sintetizar su pared, otros impidiendo la síntesis de las proteínas, inhibiendo el crecimiento y desarrollo, impidiendo la reproducción, bloqueando la síntesis del material genético…
Entre las plantas con propiedades antisépticas encontramos el AJO y la CEBOLLA, que contienen componentes sulfurosos en su esencia. El TOMILLO, la ESENCIA DEL ÁRBOL DE TÉ, el ÁRBOL DE NEEM y el ROMERO contienen propiedades antisépticas. Además de estas plantas, en la naturaleza encontramos productos como el PROPÓLEO, que por su composición rica en aceites esenciales, minerales y oligoelementos son muy útiles en procesos infecciosos pues actúan frente a un amplio espectro de bacterias, virus y hongos. La ALBAHACA y el CLAVO son dos esencias muy ricas en eugenol de alta eficacia en infecciones de oído y de muelas.
ANTIDEPRESIVOS
Se toman después del diagnóstico de una depresión. Sería importante aplicar la alternativa natural al notar los primeros síntomas de esta patología: tristeza patológica, desgana y anhedonia, ansiedad, insomnio, alteraciones del pensamiento, alteraciones somáticas, alteraciones del comportamiento, modificaciones del apetito y del peso, pérdida del placer, culpa excesiva, pensamiento suicida, disminución de la energía…
Existen muchas clases de antidepresivos y se relacionan directamente con los niveles de serotonina y noradrenalina, ya que al elevar su concentración mejora el estado de ánimo del paciente. La alimentación es clave para mejorar nuestro estado de ánimo ya que en los alimentos encontramos el aporte de ciertos oligoelementos imprescindibles: alimentos ricos en vitamina C (cítricos), en triptófano (como el chocolate), en ácido fólico (lechuga) y en calcio (nueces, almendras).
Junto a esto, el ejercicio físico provoca que nuestro cuerpo fabrique endorfinas, que contribuyen a aumentar la sensación de felicidad y disminuyen el dolor. Entre las plantas medicinales que nos pueden ayudar encontramos la HIERBA DE SAN JUAN o también llamada HIPÉRICO. Esta planta contiene hipericina, que provoca una inhibición de la monoaminooxidasa y, por tanto, un aumento de los niveles de serotonina, que mejora el estado anímico. También es interesante el GINKGO BILOBA, cuyo efecto se basa en un aumento de la microcirculación cerebral y, por lo tanto, de la oxigenación que mejora el estado anímico.
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